1. ¿ QUÉ ES EL GASLIGHTING ?
El gaslighting (que podría traducirse como nublamiento mental o distorsión cognitiva) es una técnica de manipulación y abuso psicológico que consiste en distorsionar la información y las situaciones, así como poner en duda la palabra de la víctima para invertir los roles abusador/víctima y facilitar futuros abusos.
El nombre de esta práctica proviene de la obra de teatro Gas Light, en la que un marido intenta hacer creer a su esposa que imagina cambios en la iluminación de gas (gas light) por la noche, cuando en realidad él es el responsable, con el objetivo de ocultar sus verdaderas acciones.
Esta práctica se basa en la repetición de un patrón relacional y no en un caso aislado.
La dinámica es muy asimétrica: por un lado, una persona que escucha constantemente al otro y le da más crédito a su palabra que a sus propias percepciones; por el otro, una persona que niega sistemáticamente la percepción del otro y minimiza sus emociones y capacidades.
Tras una interacción de gaslighting, una persona sale fortalecida y vencedora, mientras que la otra queda debilitada.
El gaslighting puede manifestarse de diversas formas, con algunos patrones comunes:
- Complicar excesivamente una situación para confundir a la víctima («Es más complicado de lo que crees, no lo entenderías»).
- Simplificar una situación compleja para que la víctima se sienta débil e impotente («Si no estás contento, puedes irte, no te estoy reteniendo»).
- Fingir no entender lo que dice la víctima («No sé de qué hablas, es una tontería», «No entiendo qué hice mal»).
- Cuestionar la memoria de la víctima, incluso cuando es correcta («Nunca dije eso, te equivocas/estás mintiendo»).
- Hacer creer que sus necesidades y emociones no tienen importancia o que son exageradas («Estás exagerando», «Eres demasiado sensible», «Eres muy frágil»).
- Fingir olvidar lo sucedido o negar que ocurrió de la manera en que la víctima lo recuerda.
- Utilizar insultos y violencia verbal, generalmente disfrazados de humor.
- Hacer que la víctima se sienta responsable del problema, en lugar del agresor («Siento que lo veas así [después de una acción del abusador]», «El problema eres tú, no los demás»).
En resumen, el abusador busca minimizar la experiencia emocional de la víctima, hacerla dudar de sus propias percepciones, cerrar la conversación cuando la víctima intenta expresarse y trasladar toda la responsabilidad a la víctima.
El gaslighting es una técnica de manipulación a largo plazo, que erosiona poco a poco las defensas mentales de la víctima y se vuelve más efectiva con el tiempo.
Esta práctica rara vez ocurre de manera aislada y a menudo acompaña otros tipos de abuso, contribuyendo a mantener una relación de dominio/sumisión.
2. ¿ CUÁLES SON LOS EFECTOS DEL GASLIGHTING ?
A fuerza de escuchar que su percepción es errónea, la víctima de gaslighting termina dudando de sí misma, de sus recuerdos y de sus acciones. Esto puede provocar la sensación de estar perdiendo la razón.
La víctima pierde progresivamente la confianza en sí misma, ya que su palabra es constantemente cuestionada y su experiencia es invalidada.
Con el tiempo, se atreve cada vez menos a expresar lo que siente o cómo percibe las cosas, por miedo a reacciones extremas o violentas del abusador, generalmente a nivel psicológico.
Si el abuso es negado o normalizado por el agresor (e incluso por el entorno), la víctima puede llegar a creer que la situación es normal, lo que le impide buscar ayuda.
En la mayoría de los casos, a largo plazo, los mecanismos de defensa de la víctima se desactivan debido a la acumulación de abusos. La indefensión aprendida hace que la víctima deje de luchar o de intentar escapar, convencida de que es inútil, que no lo logrará o que será peor si lo intenta.
En algunos casos, más raros hoy en día, el gaslighting podía llevar al internamiento de la víctima en un hospital psiquiátrico.
3. ¿ CÓMO AYUDAR A UNA VÍCTIMA DE GASLIGHTING ?
Es crucial ser muy cuidadoso al ayudar a una víctima de gaslighting, ya que su percepción de la realidad es extremadamente frágil. Incluso en ausencia del abusador, la víctima seguirá dudando de sus experiencias, emociones y vivencias. Es importante evitar reforzar el gaslighting sin querer.
Para empezar, se puede pedir a la víctima que relate los hechos tal como los recuerda, poniendo énfasis en su relato y su experiencia, sin importar lo que otros hayan dicho posteriormente. Si la víctima expresa sus sentimientos, es fundamental validarlos y normalizarlos.
Luego, se debe trabajar en el equilibrio entre la confianza en su propia palabra y la confianza en la palabra de los demás. Una estrategia puede ser analizar eventos en los que el agresor no estuvo presente y ver si la víctima también duda de su percepción en esos casos.
Es importante recordar que la memoria humana no es perfecta, especialmente en situaciones de estrés. Es normal no recordar cada detalle con exactitud. Sin embargo, la sensación general de los eventos suele ser mucho más precisa.
El proceso de recuperación de una víctima de gaslighting puede ser largo. Se trata de desmontar una visión distorsionada de la realidad y reconstruir la confianza en sus vivencias. Es crucial que la víctima corte todo contacto con el abusador, ya que este podría intensificar sus esfuerzos al notar que está perdiendo control sobre ella.
En cualquier caso, si sospechas que alguien es víctima de violencia o abuso, la prioridad es intervenir para poner a la persona a salvo, antes de iniciar cualquier proceso terapéutico.